martes, 25 de agosto de 2009

Mujeres detenidas por pegar el pene de su ex pareja

Aquellos hombres infieles, tengan cuidado porque sus ex parejas pueden descubrirlos en la infidelidad y hacerles cosas atroces.

Eso le pasó a un hombre que andaba al mismo tiempo con cuatro mujeres quienes al descubrir lo que estaba haciendo, le pusieron una trampa y le pegaron el pene a a su estómago con un pegamento muy fuerte, rápido y eficaz.



(La primera mujer de izquierda a derecha: Michelle Belliveau, Therese Ziemann, Wendy Sewell, todas amantes del infiel)Cuatro mujeres de Wisconsin, para mi desquiciadas, hicieron una una jugarreta que puede llevarles a la cárcel al intentar vengarse de un hombre mujeriego uniendo su pene a su estómago con un superadhesivo americano de reconocimiento en el mercado.

¿Cómo se dio la trampa?, simple. Therese Ziemann, una de las cuatro mujeres, de 48 años y quien había conocido unos meses antes al hombre por internet e inició con él una relación sexual, convocó a su amante, de 36 años, a un motel en la localidad de Stockbridge. Una vez en el cuarto, le sugirió atarlo a la cama para hacerle un masaje erótico. Él aceptó pero, una vez que estuvo atado y con los ojos tapados con una almohada, Ziemann se puso a escribir unos mensajes de texto en su teléfono móvil.

¿Quiénes recibirían esos mensajes?... Pues nada más ni nada menos que la esposa y otras dos amantes del mancornador hombre.

Una de ellas era Tracy Hood-Davis, la esposa del hombre atado a la cama, la otra Wendy Sewell, de 43 años, quien también había mantenido relaciones sexuales con él y supo que el hombre la estaba usando para lograr dinero.

Y la tercera Michelle Belliveau, de 43 años, era hermana de Ziemann.

Según la denuncia, Ziemann propinó un puñetazo al hombre en la cara, le cortó la ropa interior dejándole desnudo y pegó el órgano sexual al estómago.

Tras la exitosa operación de pegado rápido, las cuatro abandonaron el cuarto. El infiel consiguió liberarse de sus ataduras tras mordisquearlas, salió de la habitación y llamó a la policía. Fue llevado a un hospital y tratado. La historia termina con la liberación, luego de pagar fianzas, de las damas y el arresto y encarcelamiento del hombre. Aunque aún no hay formalmente cargos en su contra, ha sido acusado de abuso infantil, robo y de proferir amenazas de muerte en una disputa doméstica... ¡vaya fichita!

¿Bien merecido no?

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